Para crear un ambiente equilibrado y acogedor, la disposición de los puntos de luz cobra especial importancia y debe estudiarse hasta el más mínimo detalle en relación con el uso que se dará a este espacio, eligiendo una iluminación funcional y adecuada a las diferentes actividades. .

La luz natural es la primera protagonista de la zona de estar, que luego debe completarse gracias a una iluminación estudiada, en consonancia con el estilo del mobiliario y de todo el ambiente. Para disponer los puntos de luz en el salón hay que partir en primer lugar de las dimensiones generales de la estancia:

En habitaciones más pequeñas, puede ser suficiente elegir un único punto de luz, por ejemplo una lámpara colgante o una lámpara de araña grande. La suspensión se convierte en el punto central del ambiente, una luz no solo funcional capaz de proporcionar la mayor cantidad de luz, sino también un elemento de gran impacto estético que se conecta con el estilo del ambiente. El tamaño de la lámpara debe ser proporcional al tamaño de la habitación e integrarse con los diferentes puntos de luz funcionales, como lámparas de pie o de mesa, que se colocarán cerca de sofás o sillones para leer o cerca de la zona de televisión.

En un ambiente de mayor tamaño o espacio abierto, además del uso de lámparas colgantes y luces funcionales, es importante iluminar correctamente las diferentes zonas, desde el sofá hasta la mesa del comedor pasando por la estantería, eligiendo una iluminación eficaz que se integre con el estilo y las sombras. En este caso es posible crear una buena iluminación ambiental mediante el uso de focos empotrables dispuestos de forma regular en el techo o utilizar un número adecuado de apliques para añadir un toque de estilo a tu salón y crear interesantes efectos de iluminación.

Los apliques de pared representan una solución versátil, proporcionando una alternativa válida a las lámparas colgantes para no reducir aún más la percepción de espacio cuando el techo del salón no es muy alto.

Para resaltar con luces de acento un cuadro, un escaparate o para realzar los detalles de un revestimiento con luces de acento, se pueden utilizar focos orientables o láminas de luz.

El uso de luces regulables en la zona de estar también permite variar la luz, desde tenue e íntima hasta intensa y formal, en función del ambiente que deseemos crear en un momento determinado, adaptando así la iluminación a las diferentes necesidades de uso del espacio.