julio 2024
El jardín es un espacio que puede transformarse en un oasis de tranquilidad y belleza, pero para sacarle el máximo partido, sobre todo en las horas nocturnas, es esencial contar con una iluminación adecuada. La importancia de una buena iluminación del jardín no se limita a la estética y el confort visual; la seguridad es otro aspecto crucial que no debe pasarse por alto. En este blog estudiaremos cómo diseñar la iluminación del jardín prestando especial atención a la seguridad.
Un jardín bien iluminado no sólo realza los elementos paisajísticos, sino que también reduce el riesgo de accidentes y disuade a posibles intrusos. Los paseos, escaleras y obstáculos mal iluminados pueden volverse peligrosos por la noche, mientras que una buena iluminación puede actuar como elemento disuasorio para los ladrones, aumentando la percepción de seguridad.
Enriquecer un jardín con la iluminación adecuada no es tarea fácil y requiere gran atención al detalle para reducir la dispersión de la luz y cumplir los requisitos de seguridad, confort visual y estética.
En cuanto al aspecto de la seguridad, es crucial iluminar bien ciertas zonas clave de los espacios exteriores: caminos peatonales, puntos de acceso y zonas de ocio, y límites.
Los pasillos, escalones y entradas de vehículos en el jardín deben estar correctamente iluminados para evitar accidentes y garantizar la máxima seguridad. Los focos empotrables en el suelo pueden ser excelentes opciones para iluminar los pasillos de forma discreta y funcional. Alternativamente, es posible utilizar lámparas de exterior fijadas al suelo pero orientables para orientar mejor el haz de luz hacia la pasarela, las escaleras o las rampas de acceso al garaje. Este tipo de iluminación también tiene una función más decorativa en el jardín, ya que difunde una luz suave que no deslumbra y resulta muy agradable a la vista.
Las zonas de acceso, como puertas, portones y garajes, deben estar bien iluminadas para garantizar la visibilidad y la seguridad. Los apliques son perfectos para iluminar zonas cercanas a viviendas y entradas. Pueden instalarse a lo largo de paredes exteriores y ofrecen una iluminación direccional que aumenta la percepción de seguridad.
Las zonas de jardín dedicadas al entretenimiento, como patios, terrazas o cenadores, deben estar bien iluminadas para que las distintas actividades puedan desarrollarse con seguridad. Las luces suspendidas, las lámparas de sobremesa y los focos orientables son ideales para crear un entorno acogedor a la vez que seguro.
Las zonas limítrofes del jardín también deben estar bien iluminadas porque pueden ser un peligro para la seguridad, tanto por la posibilidad de ocultar obstáculos poco visibles como por el riesgo de ser utilizadas por intrusos.
En el caso de un jardín grande con un seto a su alrededor que actúe como borde, es posible instalar focos orientables que iluminen el seto desde la parte delantera, creando así una barrera de luz que defina un borde muy visible. Otra solución es insertar luces dentro del seto que iluminen hacia el suelo, de esta forma el borde quedará definido por las zonas luminosas escondidas entre las hojas.
Si en lugar de setos hay muros, se pueden instalar luces LED en la base para dibujar un borde luminoso alrededor del perímetro.
El grado de protección IP es fundamental para las luminarias de exterior y corresponde a la capacidad de resistir a la intemperie sólida y/o líquida.
Es importante elegir productos con un IP adecuado al clima, ubicación y funcionalidad para evitar problemas durante el uso.
Para iluminar espacios exteriores en el jardín, en el porche o en la terraza, es necesario elegir luminarias de la gama IP65 a IP67.
Una iluminación adecuada del jardín es una inversión que ofrece numerosas ventajas, desde la prevención de accidentes hasta una mayor protección contra los robos. Una iluminación bien diseñada no sólo hace que el jardín sea más acogedor y funcional, sino que también contribuye a crear un entorno seguro.
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